La tarde del 15 de abril de 2019 todos asistíamos acongojados al espectáculo terrible de ver la Catedral de Notre Dame de París ardiendo a toda velocidad.
No es la primera vez que arde una Catedral. Chartres, por ejemplo, cuenta con varios incendios en su haber por desgracia.
Pero, es la primera vez que una de ellas ardía en la época contemporánea con los medios que tenemos actualmente tanto de prevención de incendios como en la extinción de los mismos.
Tanto por esos motivos como por las circunstancias que rodearon el inicio del incendio éste ha dado lugar a toda clase de teorías de la conspiración sobre el propósito del incendio y sus consecuencias.
Pero, ¿hay alguna razón para creer en un incendio provocado?
Y, si lo hay ¿qué motivos podría haber para este acto salvaje?
Notre Dame es mucho más que una Catedral Gótica.
Cualquier interesado en los enigmas, misterios, ocultismo, etc; estaría de acuerdo en decir que es una verdadera biblioteca de conocimientos simbólicos, herméticos y alquímicos grabados en sus piedras, sus vidrieras y sus retablos.
La mayoría de esos conocimientos están solo al alcance de aquellos “que saben ver”.
Aunque en el 1260 estaba prácticamente acabada, se siguen añadiendo detalles aquí y allá y se da por terminada en el 1345, su construcción había comenzado en 1163, había durado, por lo tanto, casi 200 años.
Incluso durante la construcción había sido modificada en algunas ocasiones.
Quizás porque en esos 172 años habían querido quitar o añadir algunos de esos conocimientos. Durante la revolución francesa, por ejemplo, también sufrió algunos cambios y, sobre todo varios saqueos.
Pero hagamos un poco de historia.
La Catedral está construida en una pequeña isla que se halla en el medio del río Sena, el cual atraviesa la ciudad de París y es navegable.
Esta islita tiene muchísima historia y era considerada desde los tiempos mas remotos como un lugar de poder.
Sus primeros pobladores, supuestamente celtas, los parisii, ya habían utilizado este lugar como centro de reunión de cultos sagrados y druídicos.
Habría habido en la isla un centro religioso celta dedicado a algunas deidades antiguas como Esus, el talador de árboles. Un culto bastante misterioso ya que para los celtas los árboles eran sagrados; Tarvos Trigaranus o Taruos Trigaranos, un toro con tres cuernos y a Cerunnos, un hombre con cuernos de ciervo en la cabeza, uno de los más importantes dioses de los antiguos celtas.
Todos ellos hallados en un bajo relieve de un Pilar, llamado de los Barqueros, situado en el exterior del primer Templo Galo-romano del que se tiene constancia en la Île.
Junto a ellos tres divinidades femeninas, representadas a veces en trío: Rosmerta, Cantismerta y Atesmerta y otras como una sola.
Mas tarde, en el 14 D.C. cuando la ciudad ya era una civitas romana llamada Lutetia, se erigiría un Templo dedicado a Júpiter.
Posteriormente, en el siglo IV se construyó una Iglesia Paleocristiana dedicada a San Esteban.
Sobre esta se construyeron consecutivamente una Basílica Merovingia que se transformó en Carolingia, cuando éstos dieron un golpe al poder y se erigieron en la casa monárquica reinante y que convirtieron a la Basílica en Catedral para coronar a Carlomagno.
En el siglo XII, allá por el 1120 nace el emperador Louis VII.
Louis es el nombre latinizado del primer rey merovingio Clovis o Lovis que dio a su linaje el nombre de su abuelo
Este nombre ha sido ostentados por numerosos reyes de Francia descendientes de otros linajes. Coincidiendo con la dinastía de los Merovingios la Ciudad había de nombre recuperando el de sus antiguos fundadores (los Parisii) París.
Louis VII decidió hacer una Segunda Cruzada para recuperar los santos lugares, convirtiéndose en el primer Rey que encabezaba personalmente una Cruzada.
En conmemoración decidió erigir una enorme Catedral Gótica en el lugar que ocupaba la de San Esteban, reutilizando las piedras de esta última.
Así nació Notre Dame, dedicada a la Virgen según la versión oficial, a Isis según una teoría que dice que París quiere decir “Par-Isis”
Hay que decir que, esta teroría, no está fundamentado en absoluto por muy apetecible que resulte, o a María Magdalena según las últimas hipótesis.
Dos años después, el grandisoso incendio y los misterios que lo rodearon, parecen haber sido olvidados… o silenciados…